Archive for septiembre 2011

El tiempo geológico y el tiempo humano

Los humanos, no sólo los occidentales, tenemos un serio problema de antropocentrismo. Tal vez las demás especies tengan ese mismo problema consigo mismas viéndose como el centro de la creación (ya sé que la ironía no funciona en internet).
Fruto de ese mirarnos el ombligo, nace la creencia de que todo gira en un tiempo a medida de los humanos. Esto último, en el caso de las culturas occidentales, va unido a otro extraño suceso, por llamarlo de algún modo, que parece ser es general a partir del final de la II Guerra Mundial, que no es otro que ser el centro de la Historia.
Estas generaciones han sido "testigos de la Historia" (como si todo lo anterior no existiese), y realmente asisten día sí, día no, a acontecimientos históricos, o que cambiaran el curso de la Historia. Cuando, realmente, si pasamos revista a los últimos 80 años, tampoco ha sido para tanto ... Sí lo del hombre en el espacio, no cabe duda de ser algo que como especie marca la diferencia, ¿pero el resto? Guerras, hambre, mas guerras, mas hambre, en que se diferencia de una Europa del siglo XVII?, (ironic mode on)
La percepción del testigo de la Historia, le hace ver partidos del siglo cada año, por ejemplo, o pensar que nuestras guerras son las peores de la Historia (señores, en el desastre de varo, hace dos mil años, los germanos aniquilaron tres legiones de una sentada, hablamos de mas de veinte mil personas. Y eso sin contar aquellos momentos de la humanidad de los que no tenemos relatos.
Sin embargo, y volviendo al título del post, para el planeta no somos mas que un accidente temporal, los tiempos de la Tierra son lentos pero inaplazables y queremos ser testigos de cambios climáticos o de evolución en nuestra joven especie (oído a un investigador de Atapuerca que con el sapiens terminó la evolución ya que podemos modelar el medio, toma ya)
Esto es lo que nos produce la ceguera, lo que nos lleva a destruir los recursos y a abandonar a los de nuestra especie para que se mueran de hambre. Teniendo todos los medios a nuestro alcance, los orientamos a objetivos equivocados

Brazil

Día a día, nos encontramos con seres que no aspiran mas a realizar sus horas de trabajo en un siniestro cubículo. Esos mismos seres, con el paso del tiempo, van creando una personalidad propia e ignorante, que les hace convertirse en parte del citado espacio de trabajo y no ven mas allá de la distancia entre ellos y la silla que tienen enfrente.
Es mas, esa personalidad les lleva a despreciar todo lo que les es ajeno, el patrimonio, el medio ambiente, el ocio, la cultura. Este tipo de individuos habitan entre nosotros, no se les podría identificar por la calle, salvo por el gesto osco que les provoca estar fuera de su medio, de sus papeles y de sus carpetas.
Perdemos el tiempo intentando razonar, no sirve de nada, sólo entienden lo que les llega por el conducto habitual, pueden pasarse quince días en Roma y no ver "mas que piedras", tal cual.
Si no se puede hablar con esta gente, es mejor no hacerlo, practicar el mobbing mas radical, no es que sean sólo ignorantes, sino que son militantemente anti-cultura, anti-medio ambiente, anti-patrimonio, si por esta gente fuera, el mundo sería una colmena de cubículos con carpetas y libros marrones, y por supuesto sin errores

La villa romana de la Sagrera

Como en demasiadas ocasiones, un yacimiento, en este caso una villa romana, se ha interpuesto en la traza del tren de alta velocidad; las noticias de la prensa no tienen desperdicio:
En el diario ABC de 02/09/2011 se indica "Se trataría de una villa romana de grandes dimensiones con termas y patios, en la que unos setenta arqueólogos llevan trabajando todo el verano en dos turnos, incluidos los sábados." Esto es progreso.
En el mismo periódico podemos leer además "Un portavoz de Adif ha indicado a los periodistas que hoy han visitado los restos arqueológicos en la Sagrera que el hallazgo no ha provocado la paralización de las obras del AVE, ya que la villa romana se encuentra fuera del trazado, en uno de los accesos a la futura estación." Y aquí nos encontramos con otro elemento ligado al progreso, los plazos. No cumplir los plazos supone penalizaciones económicas, cumplirlos, supone ganancias, por lo tanto se puede trabajar día y noche por turnos, incluidos los sábados.
El día 16/09/2001 El País nos muestra ya la destrucción del yacimiento como se puede ver en la imagen adjunta, teniendo, eso sí, la delicadeza de desmontar los muros manualmente, por que con un retroexcavadora podía ser mas escandaloso, aunque el resultado será el mismo.
¿Y cómo limpiar la imagen de tal desatino? El teniente-alcalde de cultura de Barcelona nos da la solución"si el aeropuerto barcelonés cuenta con un mosaico de Miró, ¿por qué no la futura estación del AVE de la Sagrera podría tener un mosaico romano?" Sólo faltó aquello de apostamos por la cultura.

Camino a Couruscant

El progreso mal entendido nos encamina al desastre. La sobre-explotación de recursos naturales, sin ningún control destruirá nuestra raza, no el planeta.
La vida, tal y como la concebimos en la actualidad ha sufrido numerosas extinciones:

Y ahora estaríamos a las puertas de una Extinción masiva en el Holoceno.

El título de este comentario y del blog, se refiere a la imparable marcha del ser humano hacia un progreso desenfrenado cuya meta, aunque él no se lo crea, es la conversión del planeta en una ecumenópolis, es decir un planeta-ciudad el estilo de Coruscant (Star Wars) o Trantor (Fundación, Asimov)

Este Camino a Couruscant se observa, y este quiero que sea el objetivo del blog, en el desprecio hacia el legado del pasado, en post de un progreso difícil de justificar. La inmediatez ante la serenidad. Nada se interpone al progreso, tenga dos mil o sesenta millones de años, si una carretera ha de destruir una villa romana, que se destruya, si un ferrocarril ha de arrasar un cauce jurásico, que lo arrase, se paga con dinero, pero no se detiene.
Recordemos que hace 200 años no existía el ferrocarril, y posiblemente dentro de otros 200 no existirá, sin embargo el mal y la destrucción sembrada ya no tiene arreglo.